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domingo, 24 de febrero de 2008

NOTAS

martes, 12 de febrero de 2008


El asombroso caso de Phineas Gage

El caso de Phineas Gage constituye uno de los relatos más recurrentes en medicina, pocos son los médicos o los estudiantes de medicina que no han oído, varias veces, la historia de Phineas Gage.
Phineas era un técnico de ferrocarriles encargado de dinamitar el terreno para adecuarlo a la vía del ferrocarril. El 14 de septiembre de 1848 estaba realizando su trabajo pero algo salió mal. Practicó un agujero en la roca e introdujo la pólvora como solía, pero al deslizar la barra de hierro que empujaría la pólvora hasta el fondo una chispa debió saltar y producir la explosión. La barra salió disparada como sí de una bala se tratase, ya que el orificio excavado en la roca actuó como cañón.
Phineas cayó al suelo aturdido, sus compañeros acudieron hacia él visiblemente asustados. Se levantó, sangrando y descubrió a 30 metros de allí la barra de hierro en el suelo con sangre y restos de masa encefálica. La barra había atravesado su cráneo. Había entrado por la mejilla izquierda, atravesado el lóbulo frontal y salido por la parte superior del cráneo.Gage no murió al instante, de hecho, articuló algunas palabras y fue trasladado a la consulta del Dr. Harlow, el médico del pueblo, que más tarde relataría el asombroso caso.
Aunque pudiera parecer que la función del Dr. Harlow sería certificar la muerte del paciente, no fue así. La herida de Gage no se infectó pese a la rudimentaria medicina de la época. Gage podía hablar y caminar, y de hecho en 2 meses el Dr. Harlow consideró que se había restablecido completamente y optó por darle el alta.
Pero no todo fue tan bien para Phineas. Sus familiares y amigos notaron que Phineas ya no era el Phineas que ellos conocían. Gage, antes descrito como un hombre educado, responsable, eficiente y capaz, pasó a convertirse en alguien inconstante, irreverente, impaciente sin capacidad para planificar el futuro.
Ya no volvió a ser el mismo, y tras perder distintos trabajos por problemas con compañeros o por desidia pasó a exhibir orgulloso su herida junto a la barra de hierro en un circo. Con 38 años regresó a casa ya muy enfermo a consecuencia de las continuas crisis epilépticas muriendo al poco tiempo.Su cráneo, así como la barra de hierro que lo atravesó están conservados en el museo de medicina de la Universidad de Harvard. El caso de Phineas es considerado la primera prueba de que los lóbulos frontales son responsables de procesos tan esenciales como las emociones, la personalidad o las distintas funciones ejecutivas (responsables de nuestra conducta), ya que hasta entonces se consideraba que los lóbulos frontales no tenían función alguna.bet

Se fue un genio
29 de mayo de 2005 murió un personaje muy importante. Pasen y vean.Hamilton Naki tuvo una vida singular. Fue un hombre de raza negra, que tuvo la mala suerte de nacer en la Sudáfrica del apartheid. Falleció el pasado 29 de mayo (2005).Este hombre nunca terminó sus estudios, por lo que carecía de toda preparación. Desempeñó el trabajo de jardinero y limpiaba las jaulas de los animales con los que experimentaba trasplantes el doctor Barnard.Con el paso del tiempo, empezó a cargarse de responsabilidades. La anestesia primero y la operación de los animales después. El 3 de diciembre de 1967, realizó el primer trasplante de corazón de la historia.Poco antes de morir, el doctor Barnard confesó que no había sido él quien había realizado el trasplante (como todos creían), sino que fue Hamilton. En 2003, recibió el título de graduado honorífico en medicina.Este hecho se mantuvo oculto porque su participación violaba las leyes de segregación racial del país, que señalaba que los negros no deberían recibir entrenamiento médico, ni deberían trabajar en ambientes sólo para blancos, ni deberían tener contacto con pacientes blancos.Por eso siempre, oficialmente, Hamilton Naki fue jardinero (incluso cobró la pensión estipulada para los jardineros).
Nuevas neuronas continúan generándose en el cerebro adulto

18/05/2007
Un estudio del Departamento de Neurociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México confirma que las neuronas continúan generándose en determinadas zonas del cerebro durante su etapa adulta. La confirmación de este hecho, que contrasta con lo que tradicionalmente se había creído (que la regeneración del sistema nervioso no es posible en la vida adulta), es de suma importancia dada su posible aplicación terapéutica en diversos procesos patológicos.
Se ha demostrado que, en varias especies, durante la etapa posnatal y a lo largo de toda la vida, nuevas neuronas continúan generándose en el bulbo olfatorio, en el giro dentado, posiblemente en alguna áreas corticales y en la sustancia negra.
Algunos de estos datos se han debatido ampliamente, pero está claro que las áreas con mayor actividad neurogénica son la zona subventricular y la zona subgranular del giro dentado en el hipocampo. Diversos trabajos indican que las nuevas neuronas se integran a las redes neuronales y participan en diferentes procesos del cerebro adulto. Así, las nuevas neuronas generadas en la zona subgranular del giro dentado del hipocampo participan en el procesamiento de la memoria, mientras que las nuevas interneuronas que se incorporan al bulbo olfatorio participan integrando la información olfatoria.


También se ha podido observar que la neurogénesis en el cerebro adulto está regulada de manera positiva o negativa por diversos mecanismos. Además, existen factores internos (como la expresión de genes, moléculas, factores de crecimiento, hormonas y neurotransmisores) y externos (como los estímulos ambientales y los farmacológicos) que participan en dicha regulación.






Una hormona podría ser el objetivo de un nuevo fármaco para prevenir el linfedema y la propagación tumoralUna hormona secretada por las células de todo el cuerpo y conocida por desempeñar un papel en las enfermedades cardiovasculares y otras funciones celulares es también crítica para la adecuada formación del sistema linfático en ratones, de acuerdo con la investigación del Colegio de Medicina Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte (UNC).
Obteniendo esta hormona, llamada adrenomedulina, los investigadores podrían ser capaces de tratar a las más de 100 millones de personas en el mundo afectadas de linfedema, una estado que causa tumefacción dolorosa en brazos y piernas.



“Nuestra investigación también podría conducir a terapias para prevenir que las células cancerosas que viajen a través estos vasos linfáticos para infiltrarse en otras partes del cuerpo”, dijo Kathleen M. Caron, autora senior del estudio y profesora asistente de fisiología y genética celular y molecular en la UNC.



La adrenomodulina es un potente péptido vascular que puede aumentar los vasos sanguíneos existentes e incluso promover el crecimiento de unos nuevos. Pero también tiene muchas funciones más, tales como ayudar en el control del metabolismo, el ritmo cardíaco, el hambre y la sed, la respuesta al estrés, la actividad antibacteriana y en la transmisión de la señal nerviosa.
El estudio, publicado el 20 de diciembre de 2007, en Journal of Clinical Investigation, demuestra que este péptido es necesario para otras funciones en nuestro cuerpo: sin él, nuestro sistema linfático – una importante parte del sistema inmune de nuestro cuerpo - no se forma con normalidad. El sistema linfático incluye a los nódulos linfáticos y una red de delgados tubos que transportan líquido y células del sistema inmune que se han filtrado desde los tejidos del sistema circulatorio. Estos tubos se ramifican por todos los tejidos del cuerpo, como los vasos sanguíneos. Entre dos y tres litros del líquido casi incoloro llamado linfa viajan a través del sistema linfático en un día.
Si este sistema falla en su correcta función, se acumula el exceso de líquido y el tejido se hincha, causando el linfedema. En raras ocasiones, la enfermedad es heredada a través de mutaciones genéticas. Para dos de cada tres millones de supervivientes de cáncer, esto se produce como consecuencia de un tratamiento temprano, como la extirpación quirúrgica de los nódulos linfáticos y la terapia de radiación que crea un daño en el sistema linfático que persiste toda la vida. Pero la causa más común, afecta a 120 millones de personas en el mundo, es una infección por parásitos.
“El linfedema es un problema muy serio”, dijo Caron. “No sólo limita su movilidad, sino que puede ser bastante doloroso y desfigurante”.
Los únicos tratamientos actuales para la enfermedad – usar medias de baja compresión y otras prendas, y masaje – no son de mucha ayuda, dice Caron. Anteriormente, sólo una docena aproximadamente de genes habían estado implicados en la formación de los vasos linfáticos, o linfangiogénesis, y ninguno de ellos ha producido aún una terapia eficaz. Pero a través de este estudio, los investigadores han descrito tres nuevos objetivos, la adrenomodulina y dos de sus acompañantes en la célula, los cuales juntos abrazan una verdadera promesa para un tratamiento farmacéutico para el linfedema.
Caron y su equipo de investigadores descubrieron la importancia de esta hormona en la formación del sistema linfático tras manipular genéticamente a ratones para que tuvieran una completa falta bien de adrenomodulina o de sus compañeros celulares relacionados. Encontraron que estos ratones se parecían mucho a los ratones con daños en la linfangiogénesis. Un cuidadoso examen demostró que los sacos linfáticos que normalmente recogen el exceso de líquido de los tejidos eran mucho más pequeños de lo que esperaban, y los sacos sin adrenomodulina estaban compuestas por células más pequeñas que las normales.
Aumentando la adrenomodulina dentro de las células del sistema linfático, los investigadores creen que pueden fomentar la proliferación de sacos linfáticos y que capten más líquido. Este enfoque no sólo puede proporcionar un tratamiento nuevo para el linfedema, sino que además podría resultar útil en la prevención de la propagación del cáncer porque los cánceres invasivos a veces penetran en los vasos linfáticos y metastatizan lugares a distancia.
“En futuros tratamientos del cáncer, los pacientes que padezcan estos cánceres agresivos podrían ser identificados de con anterioridad y podrían ser tratados con un fármaco que inhiba el crecimiento de los vasos linfáticos que transportan las células cancerosas, de esta manera se mantiene el cáncer bajo control”, dijo Caron.
Una hormona podría ser el objetivo de un nuevo fármaco para prevenir el linfedema y la propagación tumoral

January 17th, 2008


Una hormona podría ser el objetivo de un nuevo fármaco para prevenir el linfedema y la propagación tumoralUna hormona secretada por las células de todo el cuerpo y conocida por desempeñar un papel en las enfermedades cardiovasculares y otras funciones celulares es también crítica para la adecuada formación del sistema linfático en ratones, de acuerdo con la investigación del Colegio de Medicina Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte (UNC).
Obteniendo esta hormona, llamada adrenomedulina, los investigadores podrían ser capaces de tratar a las más de 100 millones de personas en el mundo afectadas de linfedema, una estado que causa tumefacción dolorosa en brazos y piernas.


“Nuestra investigación también podría conducir a terapias para prevenir que las células cancerosas que viajen a través estos vasos linfáticos para infiltrarse en otras partes del cuerpo”, dijo Kathleen M. Caron, autora senior del estudio y profesora asistente de fisiología y genética celular y molecular en la UNC.


La adrenomodulina es un potente péptido vascular que puede aumentar los vasos sanguíneos existentes e incluso promover el crecimiento de unos nuevos. Pero también tiene muchas funciones más, tales como ayudar en el control del metabolismo, el ritmo cardíaco, el hambre y la sed, la respuesta al estrés, la actividad antibacteriana y en la transmisión de la señal nerviosa.


El estudio, publicado el 20 de diciembre de 2007, en Journal of Clinical Investigation, demuestra que este péptido es necesario para otras funciones en nuestro cuerpo: sin él, nuestro sistema linfático – una importante parte del sistema inmune de nuestro cuerpo - no se forma con normalidad. El sistema linfático incluye a los nódulos linfáticos y una red de delgados tubos que transportan líquido y células del sistema inmune que se han filtrado desde los tejidos del sistema circulatorio. Estos tubos se ramifican por todos los tejidos del cuerpo, como los vasos sanguíneos. Entre dos y tres litros del líquido casi incoloro llamado linfa viajan a través del sistema linfático en un día.


Si este sistema falla en su correcta función, se acumula el exceso de líquido y el tejido se hincha, causando el linfedema. En raras ocasiones, la enfermedad es heredada a través de mutaciones genéticas. Para dos de cada tres millones de supervivientes de cáncer, esto se produce como consecuencia de un tratamiento temprano, como la extirpación quirúrgica de los nódulos linfáticos y la terapia de radiación que crea un daño en el sistema linfático que persiste toda la vida. Pero la causa más común, afecta a 120 millones de personas en el mundo, es una infección por parásitos.


“El linfedema es un problema muy serio”, dijo Caron. “No sólo limita su movilidad, sino que puede ser bastante doloroso y desfigurante”.
Los únicos tratamientos actuales para la enfermedad – usar medias de baja compresión y otras prendas, y masaje – no son de mucha ayuda, dice Caron. Anteriormente, sólo una docena aproximadamente de genes habían estado implicados en la formación de los vasos linfáticos, o linfangiogénesis, y ninguno de ellos ha producido aún una terapia eficaz. Pero a través de este estudio, los investigadores han descrito tres nuevos objetivos, la adrenomodulina y dos de sus acompañantes en la célula, los cuales juntos abrazan una verdadera promesa para un tratamiento farmacéutico para el linfedema.
Caron y su equipo de investigadores descubrieron la importancia de esta hormona en la formación del sistema linfático tras manipular genéticamente a ratones para que tuvieran una completa falta bien de adrenomodulina o de sus compañeros celulares relacionados. Encontraron que estos ratones se parecían mucho a los ratones con daños en la linfangiogénesis. Un cuidadoso examen demostró que los sacos linfáticos que normalmente recogen el exceso de líquido de los tejidos eran mucho más pequeños de lo que esperaban, y los sacos sin adrenomodulina estaban compuestas por células más pequeñas que las normales.
Aumentando la adrenomodulina dentro de las células del sistema linfático, los investigadores creen que pueden fomentar la proliferación de sacos linfáticos y que capten más líquido. Este enfoque no sólo puede proporcionar un tratamiento nuevo para el linfedema, sino que además podría resultar útil en la prevención de la propagación del cáncer porque los cánceres invasivos a veces penetran en los vasos linfáticos y metastatizan lugares a distancia.


“En futuros tratamientos del cáncer, los pacientes que padezcan estos cánceres agresivos podrían ser identificados de con anterioridad y podrían ser tratados con un fármaco que inhiba el crecimiento de los vasos linfáticos que transportan las células cancerosas, de esta manera se mantiene el cáncer bajo control”, dijo Caron.

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